Steven López: “Hay mucho talento en Argentina”
Steven es una leyenda del Taekwondo a nivel mundial, su talento lo ha llevado a conquista tres medallas olímpicas, dos doradas y una de bronce, además de haber sido cinco veces campeón mundial. Un astro del deporte que se hizo presente en Unión Vecinal para brindar todo su conocimiento y experiencia, acompañados de una gran humildad.
Si entramos en comparaciones con otros deportes, Steven es para el fútbol Messi o para el básquet Jordan, quizás ser el mejor de un deporte poco mediático le quite reconocimiento a nivel mundial, pero su jerarquía es indiscutible y es embajador mundial de la disciplina.
Su físico lo hacen ver como un joven que se encuentra en el medio de su carrera, pero no es así, las apariencias engañan; con 39 años, el segundo de los cuatro hermanos tiene uno de los pergaminos más extensos del arte marcial a nivel mundial.
Deslumbrando a todos y cada unos de quienes participaron en la jornada de capacitación, Steven dejó sus sensaciones del fin de semana vivido. “Me alegra pero también me deja un poco triste saber que está todo terminado”, comenzó diciendo el oro en Atenas 2004 y Beijing 2008, a lo que agregó: “Me encanta este país, desde la primera vez que vine en 1995 para el panamericano de Mar del Plata. Me encanta el territorio y su gente, he hecho grandes amigos aquí. Veo que hay mucho talento en Argentina y es muy importante devolver la bendición que Dios me ha dado para el Taekwondo y trabajo para poder inspirar a la gente de Argentina”.
Has ganado todo a lo largo de tu carrera, pero nunca te conformaste y te mantuviste enfocado para ganar el próximo torneo ¿Cómo se mantiene el nivel de preparación y enfoque con el paso de los años?
Desde niño yo quería ser el mejor y no por un momento, sino para siempre. Eso me daba mucha motivación. Yo sé que algún día, sin importar cuanto lo quiera y aunque mi cuerpo y mi corazón quieran, el físico dirá que no, hasta ahora puedo hacerlo y por eso sigo trabajando. Tengo pasión por esto y me alegra mucho hacerlo y por eso sigo haciéndolo.
Además es una tradición familiar, a tal punto que en un mismo torneo han sido campeones vos y tu hermana ¿Cómo se vive esto en tu familia y también en el país?
Me da mucho orgullo, porque sé el esfuerzo que han hecho mis padres por nosotros. Era su sueño cuando fueron desde Nicaragua a Estados Unidos, trabajaron muy fuerte para darle lo mejor a sus hijos. Nosotros logramos pertenecer al equipo olímpico, y es un milagro, porque uno ya es difícil, pero nosotros somos tres y el hermano mayor entrenador… ¡wow! Yo tengo una responsabilidad para hacer crecer el deporte no sólo en mi país sino también en el mundo.
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