Bertolino: «Siempre voy a estar muy agradecido a la gente de Unión»

Charlamos con Maxi Bertolino, base que llegara desde Capital Federal en 2005. El recuerdo de su paso por el club y todo lo que le dejó tanto en lo deportivo como en su vida personal.

¿Cómo se dio tu llegada al club?

Mi llegada al club se dio de casualidad. Yo había terminado de jugar el TNA en Hacoaj y, por intermedio de Flammini y de mi representante Pichi Cerisola en ese momento, se dio el contacto, me gustó el proyecto. Estaba bueno, yo quería bajar un cambio y quería enfocarme sobretodo en estudiar, de hecho en ese momento ya había arrancado a estudiar en Deportea en Buenos Aires, y coincidió con que tenía ganas de meterle fuerte al estudio. Llegué Unión ese año porque estaba Cacho, porque Pichi me lo recomendó y quería tener más tiempo para mi. La verdad que me encantó desde el primer día, no la estaba pasando bien personalmente y llegar al club, un club familiar, de barrio, hacía muchos años que no me pasaba y lo disfruté muchísimo, hice muchos amigos. De hecho tengo un amigo que me va a quedar para toda la vida, que es Fede Grattarola, pero con el resto de los chicos siempre tuve la mejor onda. Creo que lo más fuerte que ha inculcado Unión en estos diez o 12 años es que el grupo humano es inquebrantable, a mi me lo demostraron desde el primer día que llegué y por eso me gustó tanto el club.

¿Con qué expectativas habías llegado?

No conocía mucho ni el Provincial ni el local, con total honestidad y humildad. Hacía mucho que no jugaba un torneo local, y Cacho me había puesto todas las expectativas en lo que era el Provincial, en el ascenso a lo que era la antigua Liga B, y con esas expectativas llegué. Terminamos ganando un montón de torneos, además de ese primer año en el que jugamos la final del Provincial. Pero mis expectativas desde el primer minuto fueron sumarme a un equipo armado, que venía compitiendo hacía ya cuatro o cinco meses y que, en definitiva, terminó siendo un equipazo, que se desdoblaba laborando, que entrenaba muchísimo y muy bien, y que incluso llegamos a jugar la final del Provincial ese año.

¿Qué significó para vos tu paso por la institución?

A mi Unión me abrió una puerta enorme y muy importante, porque me hizo conocer ni más ni menos que La Plata. Viví cuatro años y amo la ciudad de La Plata, me encanta e intento ir cuando puedo. Creo que lo que me dejó, además de amigos y gente que voy a querer toda mi vida, es un lugar donde podría tranquilamente estar arraigado, un lugar donde me sentí siempre cómodo y siento como que es mi casa, me hizo conocido en la ciudad, porque de alguna manera volví a tener trabajo en varios clubes de la zona, porque yo sinceramente era profesional y cuando yo llegué ya empezaba a manejarse de manera sumamente profesional. Tal vez cuando yo me fui a jugar a Atenas o a Gimnasia, algunas personas no entendieron que era parte de mi trabajo, pero esto es así, a veces hay que tomar decisiones y se dio así. Creo que si hubiera tenido la posibilidad de jugar siempre en Unión me hubiera quedado porque es un club que me encanta, me encanta la familia, me encanta cómo me trataron. Siempre todos estuvieron disponibles para que yo estuviera bien y para que mis compañeros estén bien, para que la gente se sintiera cómoda. Me hizo acordar mucho a mi infancia y juventud en el club Luciarte de Escalada, donde yo nacía y jugué hasta los 12 años, donde mi viejo fue presidente, y dejábamos mucho más que horas de entrenamiento, dejábamos días y la vida ahí. Entonces creo que lo mejor es eso, y lo mejor que me dejó es eso, conocer La Plata, esa gente maravillosa y poner los pies sobre la tierra.

¿Cuál es el momento que más recordás de tu paso por el club?

Esta es difícil porque hay muchos. Recuerdo mucho la final perdida con Escobar, porque siento que podíamos dar mucho más y porque sufrimos la lesión de Augusto (García), que nos limitó muchísimo porque era una pieza clave del equipo. Creo que podríamos haber conseguido otro resultado, pero más allá de eso fue un año espectacular. Recuerdo mucho la posibilidad de estar en ese club, de vivir con Facu Mendoza y prácticamente también con Fede Grattarola, que estábamos todo el día juntos, cuando llegaban a la noche de laburar los que trabajaban e íbamos a entrenar todos juntos. Creo que los recuerdos más lindos son los que te dejan afuera de la cancha, por eso hablo mucho de lo que me pasó afuera más que lo de adentro, que fue fabuloso y siempre tengo recuerdos de amor y cariño para la gente de Unión. Me tocó ir a jugar con Racing en mi último año de profesional y siempre es raro jugar contra Unión, pero la realidad es que tengo millones de recuerdos y muchos fueras de la cancha, que no tienen nada que ver con partidos o campeonatos, que tuvimos la suerte de ganar muchos también, pero la verdad que eso generaba Unión.

¿Qué te generó el haberlo enfrentado años después con otras camisetas?

Siempre fue raro, sobretodo cuando pasé por Atenas, me dolía mucho que algunas personas no me saludaran o me putearan, eso también me acuerdo. No soy rencoroso con eso, no tengo ni un gramo de rencor, los entiendo porque yo también nací en un club humilde de barrio, y Unión transgredió ese límite, pasó a ser un club con profesionales que yo en el club Luciarte no había vivido como chiquito ver a jugadores mayores. Me generaba rareza jugar contra Unión en el club, lo enfrenté con Atenas, algún amistoso en Gimnasia y con Racing. Pero uno cuando es profesional a veces esas cosas las deja de lado y se enfoca en el partido, por eso siempre voy a estar agradecido a Unión, porque me abrió la puerta de un mercado que yo desconocía, como es el mercado platense, y me dio la posibilidad de jugar en varios clubes, seguir con mi carrera y poder estudiar también, sino también de formarme como persona, de entender que también trabajé en la ciudad fuera del básquet por primera vez en mi vida, me recibí de periodista viviendo en La Plata. Esas cosas no me las saca nadie, y haberlo enfrentado me generaba coas locas, porque si hay un club que más quiero, por decirlo de esa manera, es Unión en La Plata y es real. Tengo mucho aprecio por la gente de Gimnasia y Atenas, no soy rencoroso e intento ser equilibrado con mis pensamientos. También recuerdo muy bien lo que ha pasado con Unión, así que lo de haberlo enfrentado no solo que es natural sino que estuvo bueno en algún punto, y creo que la gran mayoría de la gente de Unión lo ha sentido de esa manera, que uno es profesional y a veces suceden ese tipo de cosas.

¿Qué recuerdo guardás de Unión?

Guardo recuerdos muy lindos, que tienen que ver con la amistad y un montón de gente que he conocido y me ha ayudado muchísimo, con la amistad de Fede Grattarola, que hoy es mi amigo y va a serlo para toda la vida, con gente muy linda que me he cruzado, con dirigentes que han estado al pie del cañón para que no nos falte nada. Recuerdos hay miles, incluso los de los campeonatos que ganamos, los que no ganamos, haber ido a jugar en contra de Unión. Pero lo que más me llevo es lo que pasó fuera de la cancha, siempre voy a estar agradecido a Unión, porque me adoptó de alguna forma en un momento en el que yo necesitaba cariño en mi vida, volver a reencontrarme con un buen nivel de básquet, que no había conseguido la temporada anterior en el TNA en Hacoaj, y me marcó un poco también el camino en lo que quería, porque tuve tiempo para estudiar y hacer un montón de cosas que par ahí antes no tenía, y me ayudó a poner los pies sobre la tierra y entender por ahí la misión que tenía en este mando. Así que los mejores recuerdos, siempre voy a estar muy agradecido a la gente de Unión.