El tirador legendario
Juan Seminara recordó sus años pasados en el club, donde habló de momentos únicos, anécdotas y lo que le dejó su regreso a la institución el año pasado.
Juan Seminara quizás sea el mejor tirador que ha pasado por Unión Vecinal. Dueño de una mecánica impecable y una puntería milimétrica, ha utilizado sus dones para ser una pieza clave en los torneos que jugó, llevando al club a vivir momentos imborrables.
Toda la vida en Unión…
Si, arranqué a jugar en el año 2000, después de jugar muchos años al fútbol. Por una cuestión de cercanía a mi casa tuve que decidir entre Meridiano y Unión, averigüé en ambos y me cerró más Unión. Ese mismo día empecé a entrenar con Augusto García. Yo era infantil y empecé a jugar en cadetes, dirigido por Santiago Rimoldi. Lo mío empezó jugando en el patio de casa, como una diversión. Con 15 años ya jugaba hasta en sub 20, por suerte mi ascenso de categorías fue rápido.
El club no era lo mismo que ahora, pero no deja de ser una gran presión, ¿Cómo lo sentías?
Todavía no tenía dimensiones de lo que era el básquet en La Plata, lo tomaba como algo muy natural, vivía en el club. Fue un cambio empezar a entrenar hasta tarde y jugar sábado y domingo.
¿Quién encontró o creó tu talento para tirar?
Creo que fue Santiago Rimoldi, yo era cadete de primer año y entrenaba en forma particular con él y era todo tiro, él veía algo en mi…
¿Cuándo diste el salto a primera?
Fue en una transición que se dio, donde varios mayores se fueron. Arrancamos una Copa Cerisola con Cacho Flammini como entrenador y se encaró con los que estábamos. Mi debut fue en Atenas contra CEyE y metí 31 puntos, y según me dijeron hice un récord de puntos en el último cuarto metiendo 24, ese momento fue increíble.
¿Cómo fue sentir que estaban cambiando la historia?
Desde lo personal empecé a crecer en protagonismo y maduré de golpe. Desde el 2001 empezamos a ganar todo, fue una época que ojalá no sea irrepetible, pero que va a ser muy difícil conseguir una cosa parecida en un futuro cercano. Era lindo, no te cansas de ganar y querés salir campeón de todo.
¿Qué es Unión para vos?
Es el club que me formó, en el que compartí un montón de años con la institución y los jugadores, todos mis amigos pasaron por Unión, es prácticamente todo, porque hasta mis estudios los decidí por gente de ahí. No sé si lo puedo definir en una palabra, pero es mucho más que un club.
¿Un partido?
Hay varios, se me viene a la mente el debut en primera porque recién lo nombré. Otro es la final que ganamos en Banco Provincia a Argentinos Juniors de Tres Arroyos en la final del Provincial 2011-12, fue un tercer partido donde salimos campeones y ascendimos, además creo que metí como siete triples.
¿Un técnico?
Santiago Rimoldi, porque fue el primero que me subió de categoría, quien me incitó y me motivó para que vaya a entrenar extra. Fue quien encontró el potencial en mi y estoy más que agradecido por la visión que tuvo en ese momento.
¿Una cuenta pendiente en el club?
En cuanto a lo basquetbolístico no sé qué más se le puede pedir a un club, empezamos en La Plata y fuimos creciendo, ganamos regionales, jugamos la final de la Liga B y estuvimos a un paso del TNA. Por el básquet y lo que me dio Unión llegué a jugar en el Juego de las Estrellas (en 2016).
El año pasado pudiste volver a jugar en el club, ¿Qué significó para vos?
Si tuve la oportnidad de volver despues de algunos años fuera, y luego de una breve charla que tuve con Nacho (Navazo), empecé a entrenar. En ese momento los mayores del Federal estaban en unas vacaciones, así que tuve la oportunidad de tener varios minutos desde el primer partido (un día de entrenamiento y partido). Tuvo un gran significado para mi esta vuelta, porque fue el club que me formó como jugador durante 15 años, el que me dio títulos, experiencias únicas, y los mas importante, que uno en ese momento no lo ve, son las amistades, suena trillado, pero es real. Con algunos me llevo al dia de hoy, otros un poco menos, otros menos aún, pero cada vez que uno los ve, sigue estando la mejor de la onda, como si no hubiese pasado el tiempo.
¿Cómo viviste ese último torneo?
Mi torneo creo que duró unos tres meses. Arranqué en abril y en julio terminó. Lo viví bien, contento, por mis horarios llegaba a casa, agarraba el bolso y me iba al club, se pasó muy rápido. Como hablé con Nacho en su momento, quería volver, no me quedaba mucha soga, las ganas no son las mismas, y que mejor lugar para terminar la carrera de uno que en el club que me vio crecer. Fui a sumar, a entrenar, a tratar de tener unos minutos. Tuve la suerte de terminar siendo titular en las semis, de meter la ultima bola en el segundo partido en UV, perdón lo tenia que decir (risas).
¿Pudiste cumplir lo que te habías propuesto en esta vuelta?
Por un lado si, como te dije anteriormente, la idea era darle un cierre a una etapa, cerrar mis ultimos meses de jugador competitivo en el lugar que me dio miles de alegrías. Pero como objetivo deportivo tenía el de retirarme campeón, en las charlas de bienvenida que tuve comentaba que «yo volvía para salir campeón» y no se pudo dar, Atenas nos ganó en dos juegos.
¿Qué cambios viste de cuando te fuiste a este regreso?
Creo que el cambio que note a simple vista fue la gran cantidad de jugadores que al momento de irme eran muy jóvenes, infantiles o de categorías más chicas aún, y que al volver ya estaban entrenando con nosotros a la par. Creo que fue una gran labor de los entrenadores de menores que tuvo el club a lo largo de los años, y ojala que sigan por ese camino porque hay potencial para mirar para adelante.
¿Qué significa estar entre los escoltas más votados del equipo del siglo de Unión?
Un orgullo enorme. Al igual que haber participado en la mejor década del club, y quizás la mejor de un equipo en La Plata, jugando la Liga Nacional B por todo el país, dejando bien alta a la ciudad (porque en ese momento Gimnasia había abandonado el TNA), viviendo experiencias con gente increíble y un equipo de puta madre, la verdad que era un equipazo. Así que espero que se juegue pronto y que muchos podamos ir a jugar, porque va a ser un lindo día para todos.
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