“Somos un grupo fuerte que puede luchar muchas cosas”

La pretemporada de Unión Vecinal se desarrolla día a día para llegar de la mejor forma al inicio del torneo. Todos los protagonistas se esfuerzan al máximo para formar parte del plantel definitivo. En esta ocasión, la palabra de uno de los máximos referentes del equipo: Juan Ignacio Bruno.

Nuevo día gris en la ciudad de La Plata. La lluvia se hace sentir, cayendo rápidamente sobre las calles y las veredas, desoladas por el clima poco alentador, y se divierte al ver como los autos frenan, se hacen señas de luces, protestan con el ruido de sus motores, y vuelven a salir disparados hacia su destino.

El club Unión Vecinal tiene poco movimiento. Es temprano en la tarde y, dentro del salón, un grupo de jóvenes practica handball. Más atrás, en el estadio de básquet, una de las caseras del club se encuentra secando la cancha, donde la humedad se hace presente y provoca sufrimiento en las madera. Hay entrenamientos más tarde, y ninguno de los jugadores de diferentes edades que concurren al club tiene deseos de volver a su casa cabizbajos por no poder despuntar el vicio.

Dentro del gimnasio de pesas, al que se ingresa por una puerta ubicada tras la mesa de control, está el protagonista. Con 1.98 de altura, brazos largos, y una sonrisa en el rostro, deja un rato las mancuernas de lado, saluda alegremente y se pone a disposición de la prensa. Palabras van y vienen, y al poco tiempo, comienza la entrevista, donde el encuestado será ni más ni menos que Juan Ignacio Bruno.

“Nos estamos preparando más que nada en el tema físico, haciendo hincapié en lo que nos da el profe, más que nada para prevenir lesiones, el año pasado no lo sufrimos, pero es importante. Le estamos metiendo a las pesas y a correr”.

Bruno es uno de los que volvió al ruedo luego del exigente torneo pasado, por eso habla de la importancia de acondicionar bien el físico, pero sabe también que la parte del juego es importante también, y por eso da a conocer sus expectativas:

“Tenemos muchas ilusiones. Terminamos un año muy bueno, donde superamos ampliamente las expectativas. Al principio nuestra preocupación era no descender, pero con el correr de los partidos nos vimos jugando los play offs por el ascenso, eliminando primero a Pérfora, y luego jugando contra Platense, que fue el uno, de igual a igual».

Cuando se le pregunta por los rivales, el jugador no se fija en eso, piensa que la clave está en ellos mismos, y así lo declara:

“Más allá de que estudiemos al rival, dependemos mucho de nosotros. Como equipo estando bien le podemos jugar de igual a igual a cualquiera. Va a ser nuestra segunda temporada juntos, es una ventaja. Somos un grupo fuerte, unido, que puede luchar muchas cosas. Podes llenar un plantel de estrellas, pero si entre ellas no forman un grupo, a la larga se generan cortocircuitos. Más allá del básquet compartimos muchas otras cosas en común, no hay rencor, y eso a larga te hace diferente”.

En lo individual, el jugador mantiene su humildad. Sabe que tuvo una temporada buena, pero que debe seguir trabajando, y que el básquet es un juego de equipo. Ante el interrogante sobre su condición de máximo rebotero, fue mesurado con su respuesta:

“Verse primero en una tabla de gente que vive de esto es lindo, es gratificante, es un plus más y te dan ganas de seguir trabajando, sabiendo que uno no lo hace de manera profesional por completo. Sinceramente no le doy importancia, es un eslabón más de lo que le puedo aportar al equipo”.

Por último, ante la llegada de un nuevo jugador a la institución, el bahiense Lucas Marín, el interno lo ve como algo positivo, y que les dará una mano importante de cara a la nueva temporada:

“Tengo muchas referencias buenas de él, me hablaron muy bien. Si viene para sumar y se adapta al grupo, va a ser importante. Es un jugador joven y viene de jugar en un equipo que ascendió, por ende nos va a venir muy bien, es una realidad”.

La charla finaliza, los saludos se vuelven a hacer presentes, y las pesas vuelven a sonar dentro del gimnasio. La preparación de Juan Bruno no descansa, quiere llegar lo más lejos posible en el torneo que se avecina.